lunes, 28 de mayo de 2012

Así no se puede…
Por Ricardo Bustos
Hace poco tiempo asistíamos con alegría al acto de inauguración del primer viaje en tren a Uruguay después de haber esperado casi 30 años.
El “tren binacional Argentina-Uruguay” iniciaba su recorrido en la estación de trenes de Pilar- Argentina- y debía finalizar en Paso de los Toros- Uruguay- aunque para no cambiar nuestras sanas costumbres a mitad de camino debió detener su marcha “por problemas administrativos”. No sabíamos los argentinos que una sigla de tres letras ya nos perseguía con la mala suerte pues este orgullo nuestro estaba controlado por la misma empresa que causó el catastrófico accidente en la estación de trenes de Once, es decir…TBA.
Se gastó una enorme cantidad de dinero y “horas hombre”  para mostrar políticamente el progreso de un país en una formación que solo llevaba 25 pasajeros, de los cuales muy pocos cumplirían el recorrido total del mismo, pero esa ilusión se esfumó, pues apenas cruzó la frontera se detuvo en la localidad de Salto, Uruguay por un problema con la habilitación para ingresar al territorio del vecino país. Se imagina usted después de tanto bombo y platillo, con Cadena Nacional para mostrar ese momento, encontrarnos con esta noticia.
Horas antes, habíamos visto a los presidentes de las dos Repúblicas en el acto protocolar con mucho entusiasmo y banderas por todos lados tratando de demostrar algo que después no iba a ocurrir. Según informaba en aquel momento el vocero de la empresa TBA, el tren iba a circular a una velocidad de 115 kms. por hora, aunque quizá lo que intentó decirnos es que recorrería 115 kms. por día.
Así las cosas y el tiempo transcurrido, fuimos leyendo noticias sobre  los viajes posteriores en los que la formación tuvo descarrilamientos en varios puntos del recorrido, choques en pasos a nivel sin barrera y una cantidad de problemas más que no viene al caso comentar para no seguir sufriendo a cuenta.
Todos sabían (menos nosotros) que ese ramal ferroviario estaba en  total estado de abandono desde el año 1985 y solo hasta hace un tiempo, era utilizado por algún tren carguero y a una velocidad mucho menor que la promocionada desde TBA.
Ahora también nos enteramos que no somos los campeones en materia de corrupción y pésima organización ya que nuestros pares de la hermana República Oriental, responsables de la Empresa AFE (de sus ferrocarriles) , están tratando de averiguar y determinar en qué situación se encuentra el servicio del tren Binacional, pidiéndoles a sus funcionarios que les informen cuantas veces entró y si entró, las veces que tenía que haber entrado, ignorando que ese orgullo de los dos países hace ya un mes que no funciona.
La verdad es que nosotros los argentinos somos muy ilusos y creemos todo lo que nos dicen, pero si pensáramos un poco nada mas en todo lo que nos prometen, seguramente pondríamos los pies sobre la tierra y la situación sería diferente. No nos dimos cuenta que los trenes no funcionan en Capital Federal y el Conurbano bonaerense, mucho menos lo van a hacer al exterior.
Quizá toda esa energía y mucho pero mucho dinero, se hubiera empleado mejor y con resultados positivos de haber comenzado el camino de la renovación férrea al NEA, uniendo las provincias de Entre Ríos,  Corrientes y Misiones recorriendo y prestando servicio a sus pobladores que vieron como se destruían sus ilusiones cuando un iluminado Ministro de Economía dijo…”Ramal que para..ramal que cierra” y en esa frase también estuvo la complicidad de los gremios ferroviarios que acataron la orden y hoy son los primeros que salen a criticar aquella nefasta decisión que sumió a todo un país en la desgracia emocional y económica.

Lo más triste de esta historia es que nos fuimos acostumbrando que en nuestra querida Argentina después de las falsas promesas va quedando todo tirado, arruinado, a un costado del camino, dejando girones de ilusiones destrozadas producidas por gobernantes con “sangre color verde en las venas”(hoy más que nunca), que no sienten absolutamente nada por todo lo que se pierde…..total después vendrá otra licitación, otra promesa y otras chatarras para la foto.
“Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río”.  Nikita Jruschov (1894-1971) Político ruso.
Ricardo Bustos
DNI 7788556
Resistencia   Chaco
FUENTE:Enviado por e-mail por su autor

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