domingo, 24 de junio de 2012

Sergio Berensztein: "Tanto Cristina como Moyano intentan redoblar la apuesta” Sergio Berensztein: "Tanto Cristina como Moyano intentan redoblar la apuesta
 Por Juan Manuel Chalabe, El Tribuno
Sergio Berensztein es analista político y director de la consultora Poliarquía, encargada de hacer importantes encuestas de opinión en tiempos electorales. Fue uno de los panelistas del Precoloquio NOA de IDEA en Salta. En diálogo con El Tribuno, el politólogo brindó su perspectiva sobre el actual escenario político atravesado por el ascendente conflicto entre el Gobierno nacional y Camioneros, conducido por Hugo Moyano. Con preocupación, Berensztein admitió que la disputa está “en curso de colisión” y ninguno de los sectores parece afín al diálogo o a ceder en la pelea, ya que dejaría al descubierto sus debilidades. Asimismo, remarcó la falta de figuras políticas en la oposición y que hoy por hoy los sectores más críticos están representados por exkirchneristas.

¿Cómo analiza el escenario político después del contundente paro de Camioneros y el llamado a una nueva huelga con movilización el próximo miércoles?
Primero es preciso afirmar que estamos ante un escenario sumamente complicado. Si uno toma en consideración las últimas negociaciones salariales de los diversos sectores sindicales lo que consiguió Camioneros, en principio, es básicamente un promedio de lo que los demás gremios vienen negociando.

Sectores afines al Gobierno señalaron que Moyano dio marcha atrás ante la presión de la Rosada...
No lo creo así. Primero, el incremento salarial no implica una marcha atrás, al contrario. Interpreto que el hecho de que haya un llamado a paro con movilización no es dar marcha atrás. En este contexto, veremos cuál es el grado de apoyo y adhesión con el que contará Moyano en el resto del movimiento obrero con la movilización eventual a Plaza de Mayo.
Pero me parece que con el hecho de conseguir este aumento salarial frenó el paro del gremio en sí mismo y ahora se convirtió en un reclamo más general.

Pero, si bien hubo un aumento salarial, la tensión parece ir en incremento...
Es que los actores no quieren mostrar sus debilidades. Cuando los conflictos siguen su escalada de tensión se mezcla todo. La verdadera situación social, laboral y sectorial. A su vez, en medio están las elecciones de la CGT (el próximo 12 de julio). Se mezcla también con las fortalezas y debilidades de la Presidenta. Todo esto pensado en el 2015, cuando, en realidad, tenemos problemas más graves y más actuales.

¿Y en qué puede desembocar este conflicto?
Entiendo que hay una vuelta de tuerca de ambos lados. Tanto de Moyano como del Gobierno nacional. Todavía están en curso de colisión, de chocar. Ninguno, hasta ahora, está intentando frenar el conflicto. La Presidenta suspendió su viaje, pero no volvió para dialogar con Moyano sino para romper definitivamente su relación.
Así es que el Gobierno parece profundizar una clara actitud de no querer ceder ante la presión, en este caso de Moyano. Con acusaciones de por medio a Moyano, se judicializa el conflicto, ya que lo denunciaron penalmente y le mandaron a Gendarmería para desalojarlo.
Es preciso no olvidarse que el Gobierno quiso desplazar al camionero del mando de la CGT. Eso es inocultable. Y le ha dicho, hasta el momento de manera informal, que si el destino tiene que ser el mismo de Zanola (gremialista bancario preso) lo va a ser. Entiendo que el Gobierno no fue para nada prudente con este tipo de amenazas. Veremos cómo se soluciona esto, si se soluciona. Esperemos que así sea. Aunque mi temor es que esta estrategia del conflicto permanente puede terminar en una tragedia.

¿Moyano ha dejado al descubierto algunos “puntos flacos” del Gobierno nacional?
No lo interpreto así. Al contrario. El Gobierno sigue atacando. No pierde la iniciativa. De hecho, me parece que ninguno de los dos quiere demostrarse débil. Me parece que ese es el resultado hasta ahora de la situación. Ambas partes están intentando doblar la apuesta.
Si es cierto que el Gobierno tiene una situación sumamente compleja, no por el conflicto con Moyano en sí mismo sino por el reclamo del camionero. Obviamente la inflación ha implicado que el impuesto a las ganancias hoy sea muy general en el sector de los asalariados formales y eso debilita fuertemente al Gobierno. Pero no por Moyano, sino porque se refleja la profunda inflación que el Gobierno niega. Eso por un lado. Por otro lado porque el conflicto toma a este gobierno en un contexto de relativa debilidad, por el simple hecho de que en los últimos seis, siete meses la imagen de la Presidenta y la confianza en el Gobierno cayó mucho por la economía, el dólar, las restricciones a las importaciones, Boudou. Entonces, hubo una acumulación excesiva de problemas, lo que llevó a este contexto complejo. Y la opinión pública se ve atravesada por la incertidumbre y, obviamente, con un predominio indiscutible del pesimismo.

Y en este contexto complejo, a la oposición le cuesta aparecer...
Claro. Eso tiene de interesante el fenómeno Moyano. Viene a llenar un espacio vacío que la oposición ha dejado, yo diría desde antes, desde las elecciones de octubre pasado, cuando se terminaron de diluir algunos liderazgos y ciertamente hasta ahora no han aparecido nuevos. En ese vacío, con algunos líderes que tienen la posibilidad de administrar sus distritos como Mauricio Macri, no se proyectan todavía a nivel nacional como líderes de oposición que puedan confrontar o diferenciarse del Gobierno. Y también hay que decirlo: últimamente los sectores más críticos del Gobierno son los exkirchneristas. Es que Cristina comenzó un proceso que se denomina “cristinización”, que implica romper con políticas y personas que acompañaron a Kirchner hasta su muerte.

Es el caso del gobernador Scioli...
Sí. Y muchos otros. Es el caso del propio Moyano, de De Vido, notablemente debilitado. Son muchos funcionarios los que fueron claves en la primera etapa del kirchnerismo y que Cristina Fernández los ha desplazado abiertamente o les está quitando poder de a poco y aislándolos.

¿Y cómo se interpreta que muchos funcionarios que responden al “cristinismo” han puesto en la mira a Scioli como uno de los ideólogos del paro camionero?
No es de ahora eso. Desde que asumió Scioli su segunda gestión, su vicegobernador (Gabriel Mariotto) responde al Gobierno nacional y no a su gobernador. Esto surge del hecho de que Scioli es una figura muy popular. Todo esto pese a que desde el inicio de su segundo mandato lo han sometido a un proceso de asfixia financiera y de ofensiva política. Esto uno lo visualiza a partir de lo que ocurre en la Legislatura, con pedidos de informes y del propio bloque oficialista y de la oposición también. Es natural que la oposición cuestione al Gobierno, pero acá no ocurre eso. Es el kirchnerismo la principal oposición. También es constantemente atacado por el tema de la inseguridad.

Es decir, que más que como un aliado, el gobernador bonaerense es visto como un futuro oponente...
Parece que la Presidenta y su entorno quiere que sea reelecta. Entonces esto hace que cualquier gobernador pueda ser visto como un potencial oponente, por eso hay un debilitamiento de todos los mandatarios provinciales con una asfixia fiscal.

¿Y cuál es la perspectiva para 2013 con las legislativas y 2015 con las presidenciales que se visualizan?
Falta mucho. Además hay que tener en cuenta que el Gobierno demostró que se recupera de momentos totalmente desfavorables. Ocurrió con el conflicto con el campo, la derrota legislativa de 2009. Es muy dinámica la política argentina. Así como Cristina aparecía imbatible en diciembre después del 54% y luego aparece debilitada, nadie sabe cómo puede desenvolverse el sistema político de aquí en adelante.
FUENTE: PUBLICADO EN : http://www.eltribuno.info/salta/173025-Sergio-Berensztein-Tanto-Cristina-como-Moyano-intentan-redoblar-la-apuesta.note.aspx

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