domingo, 23 de septiembre de 2012

ACERCA DEL "VAMOS POR TODO"
La idea fija de Cristina
Cristina prometió “ir por todos” antes de las elecciones de 2011. De sus labios no salió, hasta febrero de 2012. Hoy el camino añorado por ella parece inexorable a pesar de las trabas que se le oponen. ¿Podrá?
por JORGE HÉCTOR SANTOS
Urgente24). El 22/10/2011, quien escribe, en Urgente24, señalaba que días antes Gabriel Mariotto -por entonces a cargo de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de la Comunicación Audiovisual) y abanderado de la lucha contra Clarín- había expresado que “después del 23/10 (fecha de los comicios nacionales) ¡Vamos por todo!”.
En aquel escrito continuaba señalando que en esa temible expresión uno de los derechos asegurados por la Constitución y que hacen a la esencia de los derechos humanos, la libertad de expresión, iba a entrar después de las elecciones que consagraron a Cristina para un segundo mandato en una etapa de grandes interrogantes; ya que el ir por todo de Gabriel Mariotto era ir en contra de todos aquellos medios independientes que critiquen al gobierno.
Terminaba preguntándome si la Presidente tendría una vez iniciado su segundo período presidencial la cuota de lucidez necesaria para descomprimir semejante cuota de fanatismo por someter al que piensa distinto, ya que de ella dependía la suerte de una sociedad que la iba a votar con una miopía propia de un electorado cortoplacista.
Es de esperar que el buque de carga que se aproxima con más cantidad de contenedores repletos de venganza, fanatismo y revanchismo no llegue a destino.
No debió pasar demasiado tiempo para conseguir la respuesta: NO.
Ese buque de carga que se aproximaba con más cantidad de contenedores repletos de venganza, fanatismo y revanchismo estaba anclado en las inmediaciones de la Casa Rosada.
Fue la propia Cristina Fernández quien le había dado letra, tal como el manual K lo indica, a Gabriel Mariotto.
Ella misma las pronunció en un recordado acto en febrero de este año en la ciudad de Rosario, en su primera aparición pública tras la tragedia de Once.
El  alcance del ¡Vamos por todo! luego se supo tenía las características de una filosa daga que iba a calar en derechos consagrados en la Constitución Nacional al punto de conculcar muchas libertades y pretender pulverizar la clase media.
¿Se podía esperar otra cosa de quienes (los Kirchner) siempre fueron así?
 NO.
El totalitarismo alejado de las formas y fondos de la democracia es la concepción con la que tanto Néstor, en vida, y Cristina conciben el poder desde que se adueñaron de Santa Cruz.
Cristina necesita imponer una visión personal de la realidad sea histórica o presente. Dibuja  un país irreal y quiere verlo reproducido en los medios de comunicación y aceptado por la demoníaca clase media que la desafía con marchas para que cambie su forma de ser, de gobernar.
Imposible. Ella es así y todos los que se atreven a contar una verdad que la puede perjudicar deben someterse o desaparecer.
Como alguna vez dijo el filósofo alemán Friedrich Nietzsche “en la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre”.
Ya en septiembre de 2010, el multimedios oficialista se estaba convirtiendo en lo que es hoy y va por más, un monopolio único de información.
Ese monopolio hace dos años demandaba US$ 760 millones anuales, el equivalente al 30% de los fondos que empleaba en gobierno nacional en Salud Pública.
Hoy el gasto del monopolio que responde al relato supera los US$ 1.500 millones anuales que pagan sin distingo todos los argentinos.  Ficción contada y que nadie cree ya que los medios que lo componen carecen de credibilidad y por ende de audiencia y lectores; mientras todos los medios críticos son líderes en sus rubros.
La desesperación del gobierno aumenta  frente a la multitudinaria marcha del 13-S de una clase media que salió a las calles y plazas de todo el país porque se dio cuenta que iban por ella; volverá a repetirse el próximo 8 de noviembre.
Cristina, en su afán de arremeter con todo forzará a la Corte y si no podría atreverse a violentar una vez más la Constitución y tomar por la fuerza los medios del Grupo Clarín.   
Mientras que la ingobernable web sigue dando muestras de su poder para aglutinar creciente cantidad de almas descontentas.
El país está puesto al borde del abismo por la apetencia de un gobierno que surgido de las urnas, se entrenó en Santa cruz, practicó largos años en la Rosada y tiene en Hugo Chávez un espejo en el cual reflejar sus instintos más perversos para despedazar la democracia y todo lo que se le ponga enfrente para alcanzar sus objetivos.
Cristina tiene una idea fija.  
¿Podrá llevarla a la práctica?
 Fuente: Publicado en U24

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