sábado, 16 de febrero de 2013

COMERCIO DE FRONTERA

Sin lugar a dudas, la violencia islámica y el narco tráfico son los dos problemas más importantes que encuentra el mundo en el siglo XXI los argentinos tenemos prueba de ambas cosas, pero no son estas únicamente las dos cuestiones a resolver en la frontera.
Las fronteras son también un ámbito donde se entrecruzan cuestiones culturales, relaciones de familias, intereses económicos, agrupamiento demográficos, es decir una madeja de interese que exceden el mero marco de la soberanía territorial para decirlo de alguna manera. Ante lo cual es necesario tener una reflexión especial, mas allá de las dos cuestiones esenciales mencionadas.
Las fronteras, en la historia de la humanidad no han sido algo pétreo e inmutable, Alsacia y Lorena fueron alternativamente parte de Alemania o Francia. El ejemplo más notable son los Balcanes, lo que constituía la desaparecida Yugoeslavia son ahora un popurrí de naciones. Es el caso también de los países que surgieron del extinto Imperio Español, sus fronteras llevaron tiempo y sangre en determinar cuáles eran sus marcas o límites.
Pero vamos al caso que nos ocupa, el comercio de frontera que constituye la única actividad económicamente productiva de la Ciudad de Clorinda. Este comercio de frontera, tiene como característica principal ser un comercio de reposición inmediata, donde el comercio asunceno repone su stock recurriendo a la ciudad que tiene en frente.
Esta es la mentada, comentada y ponderada ubicación estratégica de la Ciudad de Clorinda y no un monto de fabulas, mentiras y conspiraciones con que muchos ignorantes quieren condenar una actividad tan digna como legal que es el comercio de frontera. Este y no otro es el secreto de la operativa comercial, donde el acto se agota en el día, sin intermediarios, trámites ni papeleos. Es el caso aclarar que no se comercializa mercadería prohibida, trafica personas, drogas u órganos, como alguna vez se dijo. Se trata absolutamente de mercadería de libre disponibilidad.
Ahora bien, porque el comercio de toda la frontera norte del país pinta con esta característica, sencillamente porque es una frontera de fácil acceso.
Nadie puede suponer que este comercio de frontera se desarrolle con Chile donde la Cordillera de los Andes es el límite natural. Hay otros lugares que en el país explotan el comercio de frontera, La Quiaca, Pósitos, Puerto Irigoyen, Aguas Blancas. En razón de esta actividad comercial hay jóvenes argentinos que estudia y se recibieron en Paraguay, relaciones de familia y afectos, una compleja trama de relaciones humanas que tiene que ser atendida y valorada como una realidad yacente, a la que la normativa tiene que ajustarse y no al revés, ajustar la realidad a la norma.
Este es el país real, lo otro es una ecuación intelectual y mezquina de odios y enfrentamientos a veces armados que no pueden volver, por lo que tenemos que blanquear estas realidades, para lo cual hay que pensar un estatuto especial para el comercio de frontera dentro del marco de las políticas regionales.
El código Aduanero necesita una reforma que contemple la creación de una nueva figura del derecho aduanero, las? ciudades de frontera? donde el área urbana coincida con el área aduanera primaria y haga operativas para ellas la clausula ?Clean on boar?, que nosotros reconocemos como franco a bordo para las mercaderías en plaza. Todo por un correcto federalismo.
 CARLOS ALBERTO LYNCH
Diputado Nacional (M/C)
Fuente: Diario Opinión Ciudadana

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos