lunes, 7 de octubre de 2013

LA SALUD DE LA PRESIDENTA PREOCUPA…. TANTO COMO SE RESOLVERÁ EL INTERINATO

Por: Aldo Norberto Bonaveri(*)
Click para IrSin bien esa concentración a ultranza le ha posibilitado solapar discrepancias, difícilmente Boudou esté en condiciones de interceder ante individualidades y criterios tan disímiles.
 En la víspera los argentinos nos sorprendimos ante las noticias que daban cuenta de los problemas de salud de la presidenta. De por sí, siempre concita atención cualquier enfermedad que afecte a un primer mandatario, habida cuenta que por la investidura la afección reviste cuestión de estado. La prescripción de los médicos que practicaron los estudios, (al menos lo explicado por el vocero presidencial) consiste en 30 días de reposo. Lapso corto cuando se trata de la recuperación de la salud, pero prolongado si se tiene en cuenta el actual escenario político y económico del país. Sabido es cuan controvertida es la figura de Cristina Fernández de Kirchner, con los odios e idolatrías a su persona que divide a la sociedad; no obstante e independientemente de las diferencias ideológicas y de principios, el grueso de los argentinos sentimos lo ocurrido, en consonancia con las expresiones vertidas por prácticamente toda la oposición. Para quien percibe con mediana claridad la coyuntura, estás manifestaciones no constituyen frases de ocasión, ni tampoco se circunscriben a buenos augurios por razones humanitarias. Lo que se está interpretando es lo delicado de la actualidad y, las consecuencias que podrían desencadenarse ante un cuadro de situación con tanta incertidumbre. Si bien al momento de redactar la presente no se ha confirmado que Amado Boudou asumirá la presidencia interinamente, todo hace prever que así será, habida cuenta que es lo que establece el artículo 88 de la constitución nacional, razón por la cual la transición operará de pleno derecho. El problema radica en los cuestionamientos judiciales que pesan sobre el vicepresidente y, su deplorable imagen en la opinión pública. El percance sucede a tan solo 20 días de las elecciones parlamentarias, con pronósticos de derrota para el oficialismo. Si bien no están en disputa cargos ejecutivos, tal como sucedió en agosto con las PASO, el resultado negativo se vincula en gran medida a la reprobación del electorado al Gobierno nacional, tanto por el manejo verticalista de CFK, como su injerencia directa en el armado de las listas del Frente para la Victoria en la mayoría de los distritos. Al señalado descrédito de Boudou se le agrega la peculiar forma de ejercer el poder que caracterizo a los Kirchner. Las reuniones de gabinete no existen en el vademécum K y, para colmo actualmente la conformación del mismo muestra una marcada mediocridad; prácticamente no hay figuras de predicamento, quedando las cartera en manos de funcionarios muy cuestionados, desgastados o incondicionales partenaires. Tras la derrota en las primarias de agosto se potenciaron las diferencias entre los ministros entre si y, con funcionarios que se desempeñan en puestos claves, sólo la mano férrea de Cristina, y su jefatura excluyente ha evitado que la discordia llegara a mayores. Ella no sólo toma las decisiones trascendentales, sino que se inmiscuye tanto en temas técnicos, protocolares, como en políticos partidarios. Sin bien esa concentración a ultranza le ha posibilitado solapar discrepancias, difícilmente Boudou esté en condiciones de interceder ante individualidades y criterios tan disímiles. El Gobierno de Cristina Fernández se ha caracterizado por obviar la planificación a mediano y largo plazo, prefiriendo improvisar sobre la marcha; sin duda ello ha contribuido notoriamente al fracaso en el funcionamiento de la economía en tiempo de condiciones externas tan propicias. Precisamente el viento a favor prolongado en los bienes de intercambio permitió ocultar yerros recurrentes; por estos días ya es imposible encubrir problemas mayúsculos (déficit energético, pérdida de competitividad, caída de reservas de divisas, inflación con retraso cambiario, etc.) Tal acumulación y combinación de dificultades ahonda divergencias y, genera la proliferación de recetas individuales; cuando lo que se requiere es la conformación de un equipo homogéneo, algo que parece poco probable que pueda liderar el vicepresidente en funciones. La salud de la presidenta preocupa…. Tanto como se resolverá el interinato
 (*) http://www.pregonagropecuario.com.ar
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