martes, 18 de febrero de 2014

Alguien se equivoca con estos mercados

ImageEn los actuales tiempos de turbulencia, si hay algo que está claro en torno a los mercados emergentes es que ya no existe consenso uniforme entre los analistas sobre su tendencia en el corto plazo. Sin dudas, observando ciertas variables, algunos se pueden equivocar de sobremanera.
Por Diego Martínez Burzaco
"Estimados, según el retiro de los estímulos de la Fed y la fuga de capitales desde los países emergentes que se está dando con esto, ¿es necesario esperar hasta qué punto la Fed realiza este proceso para comprar acciones en Chile o cualquier otro país emergente? Específicamente me pueden indicar qué piensan en el caso de Chile."
"Veo un año complicado para las estrategias de inversión. Retiro de estímulos monetarios por parte de la Fed. Devaluación de las monedas en países Emergentes. Depreciación de sus activos. ¿Qué hacer ante este panorama? Renta Variable de países desarrollados, renta fija de corta duración, ¿quedarse líquido y esperar oportunidades?"
Los dos casos anteriores son representativos del cambio de expectativas del inversor minorista sobre los mercados emergentes. La primera consulta es de un suscriptor de Chile, la segunda de un suscriptor de Argentina. Ambas fueron canalizadas en el respectivo Foro de Suscriptores de nuestra Revista Inversor Global.
Como vemos, es algo que va más allá de las fronteras de cada país. Ciertamente los inversores se están impacientando con los mercados emergentes.
En 2013, mientras que las Bolsas estadounidenses registraron subas superiores al 30%, los mercados emergentes, en promedio, terminaron en rojo. Eso había sido un nuevo golpe hacia la credibilidad de estas economías.
Pero el escenario empeoró. Y el inicio de 2014 no podía haber sido peor para los emergentes, con devaluaciones y nuevas caídas en los precios de las acciones.
Si bien lo peor de esta tormenta parece haber quedado atrás, al menos temporalmente, muchos inversores decidieron "cortar por lo sano": se desprendieron salvajemente de sus tenencias en estos mercados a un ritmo sin precedentes.
Según la consultora EPFR Global, en la última semana salieron US$ 3.050 millones de estas Bolsas, lo que marcó la decimosexta semana consecutiva de flujo de capital saliente, alcanzando los US$ 36.600 millones:

La última vez que se había verificado ese nivel de salida de capitales fue a mediados de 2011, cuando la continuidad de la Unión Europea parecía estar en juego ante la profundización de la crisis financiera que atravesaba el continente, impulsada principalmente por Grecia.
Doce meses después desde lo peor de ese momento, el ETF de acciones emergentes subió casi un 11%, hasta que un nuevo período de desconfianza se hizo presente nuevamente.
Quienes abonan la teoría de evitar los mercados emergentes señalan que el margen de maniobra de estas economías es muy limitado en la actualidad, ya que hay un elemento vital que les jugará en contra: la Reserva Federal de Estados Unidos.
En todas las mini crisis anteriores, desde 2008 a la fecha, el banco central estadounidense siempre estuvo inyectando dólares, generando una fiesta de liquidez y manteniendo tasas de financiamiento bajísimas. Y eso benefició a las economías de la periferia.
Esta vez ya no es así. Por el contrario, el comportamiento es el opuesto. Y de ahí el pesimismo actual en relación a este tipo de Bolsas...
Sin embargo, como comenté anteriormente, no existe una opinión uniforme que vaya en una única dirección en relación a este tema.
Todavía quedan algunos analistas que se sitúan en la vereda contraria. Y consideran esta debilidad actual como una oportunidad. El banco alemán Deutsche Bank es uno de ellos:
"Las posiciones de cuenta corriente de las economías emergentes están menos vulnerables que hace 20 años atrás, principalmente porque el apalancamiento de estos países es menor y no existen muchos descalces de monedas en sus balances", afirma.

"Las recientes acciones de los bancos centrales emergentes, subiendo las tasas de interés, van en camino correcto para estabilizar las monedas", sentencia el informe.
Claramente que esta clase de países se está comportando de manera más pragmática y ortodoxa para atender los temores de la comunidad financiera internacional. El gran interrogante, sin embargo, es cuánto de esta ortodoxia afectará a la actividad económica y, en definitiva, al precio de las acciones.
Es una oportunidad (si tolera el riesgo)
Personalmente me siento más cómodo y cercano a esta última postura.
No es que desconozca la actual coyuntura, pero la experiencia me indica que estaríamos llegando a un punto de inflexión sobre las bolsas emergentes.
¿Qué es lo que me hace pensar de esta manera?
En primer lugar, el escepticismo es extremo. Ya lo vimos en las estadísticas de salida de capitales y eso me hace pensar que es un momento propicio para ser contrario. La historia muestra que hay altas probabilidades de tener buenos retornos si adopta un comportamiento de esas características.
En segundo lugar, gran parte del escenario adverso está descontado en los precios. Muchos mercados emergentes ya están cotizando a menos de 10 veces en su relación de Precio/Ganancia, lo que los hace atractivos contra las acciones estadounidenses.
Por último, como consecuencia de lo anterior, mirando al futuro es aquí donde el inversor encontrará la mayor potencialidad, pero el riesgo asociado también lo es.
Si está dispuesto a tolerar la volatilidad mi apuesta de cara al mediano plazo es el ETF EEM, el más líquido dentro de la categoría emergente.
FUENTE: Publicado en El Inversor Global - Newsletter Semanal (enviádo por mail)

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