miércoles, 12 de febrero de 2014

La desigualdad

Los 85 más ricos del mundo poseen en conjunto riquezas por 1,7 billón de dólares. Igual que los 3.500 millones de personas más pobres.
Por más que se hagan intentos, que en realidad más que eso resultan rimbombantes discursos y declaraciones que suelen quedar sólo en eso, la desigualdad continúa prevaleciendo en todo el mundo, y por el contrario, en lugar de irse reduciendo cada vez la diferencia es más amplia. Los datos difundidos por la organización no gubernamental Oxfam, durante el reciente desarrollo del Foro Económico de Davos, son más que elocuentes, concluyendo en un dato que es más que revelador: los 85 más ricos del planeta tienen tanta riqueza como la mitad más pobre, estimándose ese volumen en 1,7 billones de dólares.
Estas abismales diferencias entre unos pocos que suman 85 en total, sumen en conjunto tanta riqueza como la reunida por 3.500 millones de personas, que integran el sector más pobre. Esta enorme concentración de recursos por parte de una ínfima minoría, según la entidad, puede derivar en tiempos cercanos en una inestabilidad política muy profunda, y por supuesto, agravar al extremo las tensiones sociales.
A esta situación no se ha llegado por casualidad, sino que ha sido el producto de políticas equivocadas y de la acumulación de poder por parte de muy pocos, analizándose en este informe que los más ricos y poderosos han desplegado todos sus esfuerzos y poder para ir cooptando los procesos políticos y llegar así a tener una influencia notable en los gobiernos, imponiendo reglas económicas que los han favorecido. Y como inevitablemente sucede cuando se producen esta clase de procesos, la parte de la riqueza con la cual se queda un sector, le es restada a otro, con lo cual lo que se logra es profundizar aún más la diferencia. Exactamente al revés de lo que se proclama.
Es por esta razón, según estima Oxfam, que la lucha contra la pobreza no sólo se encuentra estancada, sino con muy pocas posibilidades de poder progresar, si es que alguna vez se toma la decisión de avanzar y con la energía suficiente para que se vayan consiguiendo ciertos equilibrios. Que aún más que ser legítimos y necesarios para afianzar el futuro de la humanidad, son indispensables para prevenir confrontaciones sociales que pueden llegar a poner bajo serio riesgo la convivencia social.
Una apretada síntesis de esta situación, que extiende sus alcances de manera desmesurada, es la siguiente: "El aumento de desigualdad está creando un círculo vicioso en el cual el dinero y el poder se concentran cada vez más en pocas manos". Así las cosas, así los resultados y consecuencias que están a la vista de todos
Para la elaboración de este trabajo, que tuvo un gran poder de impacto en Davos, la organización Oxfam debió valerse de una serie de encuestas y relevamientos realizados en diversas partes del mundo, lo cual les permitió además del logro de las estadísticas finales, el levantamiento de impresiones en cada uno de los países, que en muchos casos son bastante coincidentes, siendo uno de los temas centrales la acumulación de poder que tienen los ricos, influyendo en exceso en las decisiones que toman los gobiernos. Bien puede también decirse, que a mayor cantidad de dinero acumulado, mayor poder de influencia en los gobiernos, lo que parece ser una ecuación inevitable.
Situaciones del tipo referidas, se están observando con mayor nitidez en países como España en primer término, y luego aunque en menor medida pero también muy fuerte en Brasil y la India, mencionándose también a Holanda. En los cuales, sin llegar a profundizar detalles, se pueden lograr más precisiones con sólo repasar sus respectivas situaciones sociales en las últimas décadas y la evolución que han tenido.
Esa influencia obtenida por los ricos, para favorecer sus posicionamientos, es orientada hacia cuestiones como lograr desregulaciones financieras, paraísos fiscales y recortes de los servicios públicos para las mayorías.
Un dato es revelador: en 29 de los 30 países de los cuales se obtuvieron números, y arrancando desde fines de 1970, las tasas impositivas fueron reduciéndose. Es por ese motivo que con "la captura de oportunidades" por parte de los ricos a expensas de los pobres y las clases medias, ha llevado que el 70% de la población mundial reside en países donde la desigualdad viene incrementándose sostenidamente desde 1980 en adelante.
Habría que preguntarse entonces, ¿por qué en la Argentina no se paga impuestos por la renta financiera?
FUENTE: Publicado en La Opinión Libre - http://diariolaopinion.com.ar/Sitio/VerNoticia.aspx?s=0&i=113622 (Enviada por mail)

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