sábado, 31 de enero de 2015

Amor-odio hindú

En la India conviven la pulcritud del Taj Mahal con el caos y la suciedad de sus calles. Es un país pobre y sin embargo está llamado a ser una de las economías protagonistas del siglo XXI. Hoy te quiero dar mi opinión sobre cuál será el momento adecuado para invertir en este país complejo.
Siempre tuve una relación amor-odio con la India, ya que para mí no puede haber un país más contradictorio que éste.
ImageLa primera vez que tomé real consciencia de la situación socio-económica de India fue cuando vi la famosa película Quieres ser millonario (Slumdog Millionaire), en 2008. Estoy seguro de que este film ha sido una ventana al mundo para esa nación, sobre todo después de haber ganado el premio Oscar.
Sin dudas las escenas eran escalofriantes: pobreza generalizada, desorden, suciedad y desorganización. En un primer momento desconfié de esas imágenes. Pensé que habían sido preparadas adrede para potenciar el mensaje principal de la película. Pero después de hablar con ciertas personas que viven ahí supe que la película no exageraba ni un poco.
Unas semanas después, haciendo zapping en la televisión encontré un documental sobre el Taj Mahal, el fascinante y majestuoso palacio que el emperador Sha Jahan mandó a construir en homenaje a su esposa fallecida.
Ese día confirmé mi intuición como inversor.
Tal como Quieres ser millonario me enseñó, India era un lugar donde está todo por hacerse: urbanización, caminos, rutas, fortalecimiento del mercado doméstico, etc. Y tal como pude comprobar viendo el documental, India era muy capaz de hacerlo.
Como inversores tenemos que pensar de esa manera. Posibilidad más capacidad.
Porque si buscamos rendimientos extraordinarios es preferible asumir ciertos riesgos e invertir en países donde hay un gran trabajo para hacer. Déjame ahora que te muestre mi análisis para ver si estás de acuerdo conmigo.
Lo que me atrae de este país…
Como señalé anteriormente, mis expectativas como inversor en India son altas. De hecho, fue uno de los tópicos principales en mi presentación en la Conferencia 2014 de Inversor Global. Para acceder al material, haz click aquí.
El primer punto que me atrae es algo que todos sabemos. India es el país con régimen democrático más densamente poblado del mundo: más de 1.200 millones de personas. El consumo interno ya se está moviendo, aunque todavía falta mucho.
Y cuando realmente llegue ese boom de consumo, el movimiento no va a ser menor ni pasar desapercibido. Se estima que para el año 2023 el mercado de consumo doméstico de India supere, ni más ni menos, que al de Japón. Allí hay oportunidades en empresas que están orientadas a ese sector de la economía.
En segundo lugar, a pesar de los desafíos que atravesó y atraviesa el mundo emergente, el Producto Bruto Interno (PBI) de India nunca bajó su ritmo de crecimiento por debajo de 4%.

Es más, en los últimos dos trimestres de 2014, la actividad pisó el acelerador y se espera que lo siga haciendo en 2015. Ésta es otra gran noticia ya que en medio de tanta incertidumbre, que el Producto siga avanzando es un bálsamo muy auspicioso para los inversores.
En tercer lugar, la inflación dejó de ser un problema latente. Durante los primeros meses de 2014, el índice de precios avanzaba a una tasa superior de 8% anual. A partir del segundo semestre, esa tasa anualizada cayó al 5%.
Con la caída de los commodities a nivel global, la inflación debería seguir cediendo, dando lugar a políticas más expansivas desde lo monetario y lo fiscal sin tener miedo a que este flagelo se despierte.
Finalmente, en términos de la Bolsa de Bombay, la misma no es necesariamente la más barata medida por el indicador Precio/Ganancia. En concreto, ese ratio se ubica en 19 veces, por encima del promedio de Asia, aunque en niveles similares a los del índice estadounidense S&P 500.
[El ratio Precio/Ganancia de una bolsa se obtiene de la suma ponderada de los Precio/Ganancias de las acciones que componen el índice. A su vez, el ratio para una empresa se obtiene dividiendo el Precio de la acción por la ganancia por acción. Este ratio indica cuántos años son necesarios para recuperar la inversión si la empresa en cuestión distribuye las ganancias en dividendos.]
Si pensamos en que India es el futuro, que todo está por hacerse y que su potencial de desarrollo es exponencial, no parece ser una Bolsa que esté realmente cara.
Para jugar la ficha “india” desde Wall Street, existen múltiples alternativas. La más recomendable para inversores principiantes es hacerlo mediante el ETF más importante, que es el iShares MSCI India ETF, cuyo ticker en Bolsa es INDA.
Para aquellos inversores más osados, existen muchas acciones de firmas indias que cotizan en Wall Street. Allí, la selectividad es un valor agregado que puede ser muy redituable.
Un saludo cordial.
A su lado en los mercados, Diego Martínez Burzaco
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - Enviado por mail

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