sábado, 14 de febrero de 2015

Dos petroleras para su lata de café

ImagePara alejarse del ruido de corto plazo que produce la volatilidad del petróleo, le propongo una estrategia de “comprar y mantener”. Le presento dos petroleras para guardar por años para luego disfrutar de una gran rentabilidad.
Hace exactamente un año y 11 meses publicaba una columna que llamé “El portafolio de la lata de café”. Para quienes la hayan leído, ya sabrán de qué se trata. Para quienes no, expongo un breve resumen a continuación:
La teoría del “Portafolio de la lata de café” nació con Robert Kirby, uno de los fundadores de la administradora de carteras de inversión Capital Guardian Trust, a mediados de 1950. Una experiencia vivida como asesor sobre inversiones con un matrimonio que era cliente de la firma lo inspiró para darle nombre a este concepto.
La historia es la siguiente:
Kirby asesoró en el manejo de inversiones a un matrimonio por un largo período de tiempo, manejándose principalmente con el marido. El matrimonio buscaba mantener el valor de sus ahorros y recibía permanentemente los consejos de comprar y vender acciones por parte de Kirby.
Cuando el marido falleció inesperadamente, la viuda se comunicó con Kirby para que la asesore sobre el manejo de la herencia recibida. Cuando éste revisó el portafolio, quedó paralizado y asombrado: el marido había seguido fervientemente las recomendaciones de compra de acciones que le había dado Kirby, pero había decidido ignorar las sugerencias de venta de los títulos.
El difunto había destinado US$ 5.000 a cada una de las acciones recomendadas y guardó cada uno de los certificados en una caja de seguridad sin hacer ningún movimiento al respecto.
Entre esas acciones, algunas valían US$ 2.000 -lo que significa una fuerte pérdida-, algunas otras estaban valuadas por encima de los US$ 100 mil y una de ellas estaba valuada a US$ 800.000. Kirby señaló que en este último caso se trató de una inversión en una pequeña empresa llamada Haloid y que luego se transformó en Xerox.
La moraleja detrás de esta historia es que en muchas ocasiones el inversor que invierte pensando en el largo plazo tiene una mayor probabilidad de éxito de capitalizar sus ahorros que si lo hace con un objetivo de corto plazo.
Increíble, ¿no?
Historias como estas sirven de gran justificación para quienes defienden las estrategias de inversión pasivas como las de “comprar y mantener”. Y no las discuto en absoluto. Es más, soy de la idea de que en un portafolio de inversiones de haber una parte destinada para estas tácticas.
Pero en mi caso personal, me gusta asumir estas estrategias cuando hay valor agregado importante detectado. Esto es o porque la empresa en cuestión tiene un gran potencial alcista, o porque ocurrió algo inesperado e irracional que hizo colapsar las cotizaciones.
Y este último caso es el que estamos experimentando en la actualidad.
Fíjese lo que ocurrió con el precio petróleo. Bajó más de un 50% en cuatro meses. Lo que fue festejado en un principio, porque abrió la posibilidad de mayor consumo global, hoy es mirado con recelo y miedo.
El parate de actividad de algunas compañías pequeñas de la industria es total. Y los grandes jugadores del sector no hacen más que ajustar planes de inversión y costos. De hecho, Halliburton (NYSE: HAL) acaba de anunciar el despido de más de 6.500 trabajadores. Otros seguirán sus pasos. Se viene un ajuste fuerte en la industria que terminará golpeando a otros sectores.
¿Y sabe cómo terminará esto?
Restricción en la oferta de crudo en el mediano plazo y suba del precio del commodity. Eso es lo que espero yo.
Ahora bien, si me pregunta qué pasará en el corto plazo, mi respuesta es “no lo sé”. Imposible predecir una tendencia con precios que bajan y suben 5% diariamente. Si tratara de decirle un precio posible para el próximo mes, le estaría mintiendo. Y no es mi estilo.
Pero lo que sí le puedo decir con certeza es que es el momento de acumular empresas petroleras que están de remate en el mercado. Esas empresas que debe ponerlas adentro de “su lata de café” y dejarlas por cinco o diez años. No las toque. Ni se le ocurra abrir la lata. Sólo compre y espere, pacientemente, hasta que comiencen a florecer nuevamente.
Ahora déjeme contarle mis dos petroleras en las que debe posar sus ojos
Opción 1: ConocoPhillips (COP)
Esta empresa del estado de Texas tiene todo el potencial para ser una excelente alternativa para su lata de café. En los últimos seis meses la firma retrocedió un 14%, mientras que el S&P 500 avanzó un 6%. La firma ostenta activos en petróleo convencional y no convencional no solamente en Estados Unidos, sino también en Europa y Asia.
La relación Precio / Ganancia actual es de 12 veces y la acción cuesta solamente un 50% más que el valor contable de la misma. Esta última relación para empresas petroleras es de 100% a 150%.
Asimismo, un atractivo es que la firma está sentada en casi US$ 6.000 millones de liquidez y su deuda representa menos del 40% del patrimonio, por lo que allí no hay riesgo.
Un consejo adicional: es una de las petroleras preferidas de Warren Buffett.
Opción 2: Schlumberger (SLB)
Se trata de una de las empresas de servicios petroleras más importantes del mundo. Hoy vale un 26% menos que el máximo que alcanzó en los últimos doce meses.
Provee equipamiento a todas las petroleras a nivel global. Cuando la industria comience su recuperación, esta acción ya va a haber subido bastante.
Si quisiera, esta empresa pudiera repagar la mitad de su deuda hoy mismo con los US$ 7.500 millones que tiene. La empresa cotiza a 20 veces sus ganancias.
Sin dudas, no lo pensaría dos veces.
Espero que disfrute de estas alternativas y que su lata de café rebalse de retornos muy positivos.
Nos encontramos la próxima semana.
A su lado en los mercados, Diego Martínez Burzaco
FUENTE: PUBLICADO EN INVERSOR GLOBAL - Newsletter semanal - enviado por mail

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