viernes, 15 de mayo de 2015

MARKETING POLÍTICO

Foto del perfil de María Celsa Rodríguez (tú)Por María Celsa Rodríguez
Butler y Collins define al marketing politico como “la disciplina orientadora  a la creación y desarrollo del concepto político relacionados con un partido o candidato específicos, que logren satisfacer tanto a determinados grupos  de electores, como para los que les otorguen sus votos”.
Es decir, es el que marca cuales son las reglas en el juego electoral.

Antes, los políticos buscaban seducir a los votantes a través de dos técnicas básicas:
1) el conocimiento del electorado; y
2) la elocuencia del mensaje, donde la oratoria cumplía un rol preponderante.
 Hoy,  manipulan las opiniones  y encienden  las percepciones mediante la comunicación a través de la televisión y las redes sociales. La pregunta es: ¿se puede así, influenciar  la voluntad electoral? 
Quizás los indecisos encuentren a quien votar. Pero cazar votos con la ayuda de la tecnología se ha vuelto la mejor estrategia. Hay un contacto directo a través de las llamadas telefónicas  y un conocimiento detallado, mas personalizado de cada elector. El big data le da una identificación de acuerdo a sus intereses, gustos, trabajos, edades, sexo, nivel de instrucción. Todo sirve para construir un puente de comunicación más directo identificándose  por sus debilidades y puntos sensibles.
Ya las energías no se pierden en largas campañas ni en discursos importantes. Ahora el acento se pone en el votante, en dialogo directo, y van a seducirlos a  través de las redes sociales, apelando a sus emociones, para lograr su convencimiento.

Llamadas telefónicas, mensajes de textos, mail, twitter, publicidad digital, etc. El político sabe como visibilizarse, y a que publico llegar. Se aleja de los mecanismos básicos como pegar carteles y repartir volantes, para instrumentar su campaña como un producto que se vende y una oferta que puede interesar al elector. 

Con un cuerpo de asesores, analistas, consejeros, especialistas en distintas áreas,  tratará de seguir el  largo camino hasta las urnas.

Barak Obama  es un ejemplo de como el big data, tiene una influencia directa y poderosa sobre el resultado de las elecciones. Cuenta Leandro Zanoni, en su libro “Futuro Inteligente”, que cuando “Obama lanzó su propia red social:”MyBarakObama.com(MyBO), donde logró reunir a mas de un millón de jóvenes voluntarios que interactuaban activamente con fotos, textos y vídeos y hasta con los padrones con datos de personas para llamar y convencerlos de votar por  Obama. Se les dio poder de organización  y de autonomía a los usuarios para que definan por ellos mismos mediante email, blogs, twitter o reunidos en miles de grupos en Facebook, YouTube y MySpace varias de las estrategias para captar voluntades en todos los Estados… Apoyándose en la tecnología y los nuevos medios, pero, fundamentalmente, en el uso perfecto del Big Data, Obama cambió para siempre la manera de hacer campañas políticas”.

Así, las tecnologías son una herramienta eficaz  para capturar la atención del votante, ya que actúan sobre las emociones y las percepciones de la gente, y allí, en esa minería de datos se sirve como en una biblioteca de electores, donde encontrará llevar el mensaje que desean oír y presentar las propuestas mas serias y concretas.

Con técnicas avanzadas, estudian a los electores de diferentes formas:
1) por encuestas de opiniones; 
2) por encuestas de motivaciones;
3) por intereses que pueden dividirse: a) los que buscan un cambio;
                                                              b) los que siguen una ideología; 
                                                              c) los que apoyan a un gobierno.

Para el político más profesionalizado, la política es un mercado cuyo atractivo es convencer al elector, comprar su confianza y venderse como garantía. Para ello, hay que jerarquizar la imagen y se emplea un intercambio estimulado entre la oferta  por parte del político y la demanda por parte del elector, que busca una satisfacción de intereses individuales y colectivos en una pendular estimulación.

Lourdes Martín Salgado en su libro “Marketing Político: arte y ciencia de la persuasión en democracia” escribió: “la existencia de libertad de elección por parte del publico, del auditorio, del destinatario es el objetivo del mensaje. La persuasión es una forma de comunicación por la que se intenta que el receptor adopte una actitud y una conducta de forma voluntaria. Respecto a la persuasión que tiene lugar en una campaña electoral. Los ciudadanos tienen:
1) La posibilidad de acceder a información sobre cada opción política y exponerse a mensajes antagónicos;
2) La posibilidad de seguir o no las recomendaciones del persuasor , escogiendo al candidato que prefiera o incluso decidiendo no votar. Asi es como la expresión “elección” cobra su autentico significado: la persuasión trata de influir en esa elección, pero siempre es el individuo- esto es-, el potencial votante, quien tiene la ultima palabra”.

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