martes, 19 de abril de 2016

La noche más negra de la izquierda latinoamericana. Por Nicolás Márquez.

A los dictadores Néstor Kirchner y Hugo Chávez ya se los llevó el diablo, y de postre, el amo del averno además seleccionó a los hermanos Castro, algo que tanto Cronos como la biología nos marca como una ingesta inminente.
El ventrílocuo venezolano Nicolás Maduro, desabastecido, con inflación y con su popularidad en el subsuelo, perdió las últimas elecciones (diciembre del 2015) por histórica paliza, en la cual la oposición no sólo le sacó al régimen 16 puntos de ventaja sino que obtuvo 112 escaños contra 55 del chavismo, pasando ahora a controlar la Asamblea Nacional y poniendo a Maduro y su pajarito en una situación de crisis terminal irreversible para con su chapucero proyecto bonapartista y delictual.
En Argentina, la imputada Cristina Kirchner cayó en desgracia en diciembre del 2015 tras el triunfo de Mauricio Macri. Desde entonces, ésta se halla no sólo sin poder político ni convocatoria callejera, sino lo que es más grave, se la ve arrinconada judicialmente por un sinfín de causas en las que se encuentra tan salpicada y complicada como su Amado Boudou, el ex Vicepresidente que ella escogió para compartir, además de afecto, su latrocinio gubernamental durante sus últimos 4 años de inmoralidad institucionalizada.
En febrero del corriente, el narco-mestizo Evo Morales perdió en Bolivia su referéndum constitucional para habilitar su cuarta reelección, motivo por el cual, a su publicitada farsa indigenista se le puso fecha de vencimiento. Esto significó no sólo un durísimo golpe a la plumífera izquierda altiplánica, sino también a los negociados para-estatales de los cárteles oficialistas que trafican droga para el mundo. Hoy Bolivia es el segundo productor mundial de cocaína después de las FARC. Claro que todo este imperio narco-socialista no lo hizo un analfabeto funcional como Evo, sino fundamentalmente su monje negro, es decir su VicePresidente, nos referimos al ex terrorista y convicto Alvaro García Linera (estuvo 5 años preso por sus actividades delictivas en el Ejército Guerrillero Túpac Katari ), un gramsciano de tendencia erótica sospechable que en rigor es el verdadero cerebro de esta estafa precolombina en retirada.
En las recientes elecciones del Perú (país gobernado por el ex golpista y niño mimado de Hugo Chávez, el Presidente Ollanta Humala) acaban de llegar al ballotege dos candidatos de derecha (Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski), motivo por el cual la izquierda hoy no puede hacer ninguna revolución sino conformarse con mirar las elecciones por TV. Mala noticia para el acicalado progresista y vocero bienpensante Mario Vargas Llosa: Keiko llevaría la delantera en todas las encuestas.
Sólo sobrevive un poco Michelle Bachelet en Chile, cuyo segundo mandato es tan desastroso que su popularidad no sólo cayó al subsuelo ante tanta ineficacia sino que encima, su régimen está totalmente devaluado por escándalos de corrupción que manchan a sus allegados más cercanos, empezando por su hijo Sebastián, otro que al parecer tiene las mismas mañas y la misma moral que su desacreditado colega argentino: Máximo Kirchner.
Ayer 17 de abril, los medios informaron que sacudió el Ecuador un terremoto de más de 7 grados en escala Richter y que dejó un saldo de 233 muertos, o sea que ese país padeció un contratiempo mínimo si lo comparamos con los diez años de feroz dictadura que viene encarnando Rafael Correa (la cual ha sido financiada por las FARC y el Foro de Sao Paulo). En Ecuador hoy priman no sólo los presos políticos, sino las censuras y los exiliados. En las últimas elecciones que se dieron en el 2014, a pesar de la represión y el clientelismo, Correa padeció una contundente paliza en las disputas por las Alcaldías Nacionales, punto de inflexión que marca un fin de ciclo en el sufrido país.
Y si los datos señalados no bastasen como para consolidar la irreversible tendencia socialista a la auto-demolición (práctica en la que la izquierda tiene sobrada experiencia internacional), en Brasil hace días también cayó en desgracia el delincuente trotskista Ignacio Lula Da Silva, pero hace apenas unas horas también cayó su cómplice y protectora, es decir la ex guerrillera Dilma Roussef, quien acaba de perder por paliza en la Cámara Baja donde se discutió y votó a favor de su destitución y juicio político, trámite que en pocas horas confirmará sin el menor obstáculo la Cámara Alta y con ello, tanto ella como su antecesor quedarían no sólo políticamente exterminados sino físicamente enrejados.
Por todos los antecedentes expuestos más lo sucedido en el día de la fecha, hoy lunes 18 de abril a las 3 de la mañana (hora en la que terminamos de escribir estas líneas) podemos afirmar sin temor al error que estamos viviendo la noche más negra para la izquierda latinoamericana, y en sentido contrario, es una noche de paz, regocijo y festejo para todos los hombres libres del continente.
FUENTE: http://prensarepublicana.com/la-noche-mas-negra-de-la-izquierda-latinoamericana-por-nicolas-marquez/?mkt_hm=3&utm_source=email_marketing&utm_admin=74814&utm_medium=email&utm_campaign=La_noche_m
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