lunes, 6 de junio de 2016

¿No entendemos o no queremos entender?

foto del perfil de Daniel Carlos BessoPor  el Ing.Agr. Daniel C. Besso
Como les conté la vez pasada, lo que creo que es una creencia extendida en el “realismo mágico”, no es privativo de ningún grupo, sector político ni ideológico.
Sucede que tenemos los argentinos una tendencia a descartar hablar de aquello que nos desagrada. Como que al no hablar de ello, lo que nos desagrada, dejará de existir.
Todos, absolutamente todos, sabíamos que las tarifas de los servicios públicos, en algunos lugares muy poblados del país, estaban RETRASADÍSIMOS.
Pero una cosa es admitirlo racionalmente y otra es “hacerse cargo”.
Pese a que nadie se le escapa que lo que alguien no paga o no paga completamente, lo deberá pagar inevitablemente otro u otros, termina siendo una píldora muy difícil de tragar.
Más allá de que siempre se puede postergar una inversión, lo que no se puede es dejar de reconocer esa necesidad.
Puede suceder que se nos estén desmoronando los caños del la evacuación sanitaria del baño y debamos posponer su reparación pues se nos fundió el Perkins de la camioneta que usamos para trabajar.
Como no podemos postergar la reparación de la camioneta, pues con ella paramos la olla, encaramos primero la camioneta y luego,….más vale que nos pongamos en serio con el baño, sino nos va a tapar la caca.
Esta sería la mecánica y la lógica de personas adultas. Me consta que en el medio agropecuario, difícilmente tengan una idea distinta.
En los últimos 12 años, postergamos lo del baño y también lo del Perkins; pero nos gastamos la que no teníamos, en el cumple de 15 de la nena.
Hoy nos cayó la ficha, debemos aguantarnos el olor, mientras pagamos las deudas que generó el cumple de la nena y reparar la camioneta O SÍ O SÍ.
A esto lo llamamos, una incorrecta asignación de recursos.
Para entrar en el tema de lo que debemos comprender como “sinceramiento”, nos cabe advertir que en las facturas de los servicios públicos, vienen enganchados elevados porcentajes de tasas o imposiciones que no hacen al verdadero costo del servicio en cuestión. El ejemplo más claro era el fondo de ayuda a la provincia de Santa Cruz.
El sinceramiento debiese ser tal, que la factura de electricidad contenga todo lo que corresponda a ese servicio y nada más.
Si tomamos conciencia, pagamos grandes cantidades de tasas, gabelas, contribuciones, etc. que nos son impuestas “DE PREPO” y nos minan el presupuesto.
Absolutamente todas son violatorias de la letra o el espíritu de la Constitución.
Estas imposiciones encarecen y obstaculizan la producción y la misma vida de los ciudadanos. Las hay Nacionales, Provinciales, Municipales, de organismos descentralizados, etc.
Como se esconden en los pliegos de la toga de la República, parece que no formaran parte de las cargas sobre el ciudadano y sus emprendimientos, pero están, y pesan.
Sucede que muy probablemente, el gobierno tenga conocimiento de esto (espero), pero que forma parte del cableado de la bomba que debe desarmar.
Sin embargo los ciudadanos no podemos hacer ningún otro esfuerzo más.
Cortar de un tajo, podar esas ramas improductivas, supone desfinanciar una cantidad de organismos adventicios y espurios, en los que mora un ejército parásito.
Muchas veces, hay que tomar decisiones dolorosas.
No se puede “OPERAR UN CÁNCER, UN CACHITO POR SEMANA”. Y no puede ser de otro modo que no sea de un solo tajo, pues mientras dudamos, el cáncer, se va llevando nuestras fuerzas, hace metástasis hasta finalmente, tornar inútil cualquier terapia.
Tenemos por otra parte, rigideces estructurales, que nos impiden salir del laberinto “para arriba” o cortar el nudo Gordiano de un machetazo certero.
Ya nos ha ocurrido anteriormente.
No nos ceñimos a la Constitución y las leyes, cuando es necesario, y reclamamos su absoluto cumplimiento cuando estamos con el agua al cuello.
La pretensión de la oposición de imponer la “DOBLE INDEMNIZACIÓN” no hace otra cosa que complicar una situación de por sí complicada.
La crisis de Brasil, nos ha restado una gran cantidad de exportaciones industriales, que generaban muchísimos puestos de trabajo. Indudablemente, miles de industrias tributarias de esas otras, exportadoras, se ven necesitadas, a su pesar, de suspender personal.
Es ahí donde se generan gran cantidad de litigios laborales que solo benefician a los abogados que “hoy se acuerdan que se debe cumplir la ley a rajatabla”.
En muchas pequeñas empresas, PYMES, un juicio perdido significa la quiebra, 10 empleados y su dueño, en la calle.
El remanido asunto de la producción lechera y la enorme brecha entre el precio al público y el precio pagado al productor, pone de manifiesto, otra vez, la falta de imaginación y la rigidez del sistema.
Organismos públicos toman parte de esa esclerosis.
Aún no alcanzo a comprender si son verdaderamente así de escleróticos, pero sin mala fe; o acaso son movidos por una defensa corporativa, perversa, que resguarda el poder de sus funcionarios y “su quintita”. Desenvainan su argumento de la salud pública, mientras se les escapan las langostas de sus centros de origen. ¿HABRÁ SIDO POR ERROR?¿ACASO POR INCAPACIDAD?¿POR DESIDIA, O HABER DESTINADO LOS RECURSOS A OTRAS ÁREAS, SIN TENER UNA CORRECTA NOCIÓN DE LAS PRIORIDADES? En este caso estaríamos frente al ejemplo que elegí al principio sobre cómo usar los recursos y en qué orden.
Lo cierto es que, de no existir una vía alternativa de comercialización, por los canales habituales, no habrá una oferta extra, de trámite acelerado, que ponga la producción original, más cerca del consumidor.
Ya sabemos que las vías habituales, no son capaces de domar a la inflación, las pruebas están al canto.
Los impuestos ocultos, las regulaciones caprichosas, todo termina formando nuestro famoso COSTO ARGENTINO.
El ministro de energía declaró que el gasoil, a la salida de la destilería, vale igual que en Chile, pero que después, tiene colgado 42 % de impuestos.
¿Acaso es muy difícil de comprender, que cuando un productor de Río Negro, de manzanas, peras y duraznos, debe pasar “la jet spray” y paga la nafta un 65 % más cara y cuando debe competir en el área pacífico con sus manzanas, lo hace en inferioridad de condiciones.?
Los impuestos, son los impuestos y se deben pagar,…¿Pero cuánto deben sumar?
Todas esas cargas son “EL COSTO ARGENTINO”.
En ese costo argentino se haya la razón de porqué nos cuesta tanto poder industrializar nuestros comodities y productos primarios. De ese modo nos condenamos a ser exportadores de productos primarios como hace 200 años y de perdernos infinidad de puestos de trabajo genuinos y productivos.
Siempre traigo a colación que en Chile, producen y exportan, cerdos y salmones, criados con maíz y soja que nos compran a los argentinos. ¿Qué prueba más es necesaria para comprender que estamos haciendo las cosas muy mal?
MUCHACHOS, DE LA PATRIA REGULADORA, VA SIENDO TIEMPO QUE ALGUIEN LES DIGA, QUE SI NO APORTAN UNA SOLUCIÓN,…..UDS. SON PARTE DEL PROBLEMA.
Ing.Agr. Daniel C. Besso - Enviado por su autor-

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