lunes, 15 de mayo de 2017

La ignorancia de subestimar a la Euro zona

alt_textLa victoria holgada de Emmanuel Macron en las elecciones francesas sirve para ponerle punto final a una especulación ridícula: la del fin de la Unión Europea.
El año pasado, muchos expertos desconfiaron de mis predicciones. Dije, con meses de anticipación, que Donald Trump ganaría las elecciones de EEUU. También anticipé que la opción del Brexit iba a ganar en Reino Unido.
En ambas ocasiones estuve en lo correcto.
Hace 3 semanas, aseguré que Macron ganaría los comicios franceses ampliamente. Y de nuevo tuve razón.
Pero yo no hago estas predicciones que parecen valientes para llamar tu atención o la de los medios. Son simplemente la conclusión de la evidencia objetiva que veo. Y desde esa perspectiva, la victoria del candidato moderado era bastante esperable.
Su oponente, Marine Le Pen, obtuvo apenas el 34% de los votos, contra 66 de Macron. Pero ojo, porque la última vez que el partido de Le Pen – El Frente Nacional- participó en una segunda vuelta, obtuvo sólo el 20% de las preferencias.
Ese 14% extra que consiguió esta vez habla de que el nacionalismo extremo anti-inmigración, y conservadurismo anti UE francés es un fenómeno al alza, que no debe ser subestimado.
Justamente en esta corriente conservadora es en donde nace la teoría apocalíptica de la Unión Europea. Los nacionalismos de Ultra derecha europea, como el de Le Pen en Francia, Gert Wilders en Holanda o Norbert Hofer en Austria han usado esta idea de “librarse de Europa” como un slogan de campaña, una imagen en la que sus grandes naciones se quitan el peso de los países pobres, en busca de la prosperidad perdida.
¿Qué tienen en común estos candidatos? Todos perdieron sus respectivas elecciones.
Europa sigue prefiriendo la moderación y la unidad.
Y no sólo eso: con estas elecciones, quedó claro que Europa sigue prefiriendo el Euro.
Con la salida de Reino Unido de la Unión Europea, se pensó que no sólo la UE se derrumbaría, sino también el Euro.
Nuevamente, expliqué con mucha anticipación que eso no sucedería, y volví a estar en lo correcto.
El Euro es una divisa poderosa, y sus bondades las hemos comentado en este espacio hace algunos días. No importa cuánto marketing político trate de manchar su reputación, esta moneda seguirá un curso exitoso durante los próximos años, sobrepasando incluso la influencia del Dólar.
Cada vez que sucede algo amenazante para la unidad de Europa, surgen los mismos escenarios de armageddon europeo. Ninguno de los “expertos” que vaticina ese colapso ha podido entender el verdadero trasfondo de la UE.
La Unión Europea no es un proyecto económico…es un proyecto político.
¿Qué si tiene problemas económicos? Por supuesto que sí, pero todos los bloques internacionales los tienen. Desde el Mercosur hasta China y Rusia.
¿Tiene desavenencias diplomáticas? Obviamente. Pero existe algo que los mantiene unidos a pesar de estas diferencias: el aspecto cultural.
La Unión Europea se siente una misma cosa, y justamente por eso es que el Reino Unido nunca se integró totalmente a la coalición: cultural y políticamente, los dominios de la Reina Isabel no se ven a sí mismos como un igual del resto del continente.
Incluso, geográficamente están separados de éste.
Legalmente, también tienen diferencias sustanciales. Europa se ha regido históricamente por un código legal de reglas. Este modelo jurídico implica que exista una regla escrita para todo. Desde cuánto vino puede servirse en un Restaurant hasta la sentencia por fraude fiscal.
Reino Unido, en cambio, ha utilizado, desde tiempos victorianos, el código de la Ley común: una ley flexible, basado en el sentido común y criterio de los jueces.
Esta contraposición es más fundamental de lo que se cree. De hecho, fue la raíz de muchos de los problemas que impulsaron el Brexit. Reino Unido consideró que Europa quería imponer demasiadas reglas, especialmente en temas migratorios.
Pero la diferencia más importante, y la razón por la cual el Brexit no representa un peligro para la UE, es que Reino Unido jamás se unió al Euro.
Si el país que hubiese salido de la UE hubiese sido un integrante de la Zona Euro, la catástrofe habría estado asegurada, especialmente si se trataba de un peso pesado a nivel industrial financiero, como Alemania, Francia o incluso España -pese a la crisis, su influencia política en el Euro no debe ser subestimada-.
Sin embargo, todos estos países han elegido gobiernos pro Unión Europea, y en cuyas agendas está fortalecer el Euro. Por lo tanto, todas las señales políticas apuntan hacia una UE sólida en los años venideros.
Y las cifras avalan esta fuerza.
A día de hoy, la Eurozona es la economía más grande del planeta, con un PIB de US $18,5 trillones, contra US $18 trillones de EEUU. Además, Europa está mucho mejor preparada ante cualquier escenario adverso en la guerra de divisas, pues es la coalición mundial que mayores reservas de oro posee: 10 mil toneladas.
Al igual que con los BRICS, el error de muchos es analizar Europa como países separados, que sólo comparten un espacio geográfico. En este ejercicio equivocado, los números de sus actores no son nada impresionantes.
Pero si miramos a la Eurozona como lo que es: un Mega estado federal disfrazado de coalición política, sus cifras muestran a un competidor formidable para Estados Unidos, China o cualquiera que se le ponga en frente.
No por nada, todas esas potencias que acabo de mencionar, han incrementado sus inversiones en Europa durante los últimos dos años. De hecho, China está reduciendo sus reservas en dólares al mismo tiempo que incrementa su stock de Euros. Se espera que para 2020, la relación en la Bóveda china sea a la razón de 60-40 favoreciendo al Euro.
Este no es el fin de la Unión Europea…sino sólo el comienzo.
Ha sido un placer,
Jim Rickards
para El Inversor Diario

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