lunes, 17 de julio de 2017

Trump construirá un muro…pero contra China

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Las reuniones de Palm Beach, Florida entre el Presidente Trump y el Primer Ministro Xi Jinping trató todos los temas de interés mundial en la actualidad: agenda geopolítica, económica, financiera y secreta.

Los mundos de la defensa y la diplomacia hoy convergen en el mercado de capitales. Si antes se negociaban tratados territoriales y de guerra, en el Siglo XXI los temas son acciones, bonos, derivados, commodities, divisas, oro y más.
La significancia de esta reunión, que se realizó en la mansión de invierno de Donald Trump Mar-a-Lago, está en que fue el primer encuentro bilateral entre China y EEUU bajo la nueva administración…
Y, sin embargo, se mantuvo más bien en un perfil bajo, sin grandes comitivas ni mucha prensa alrededor ¿Por qué?
Es cierto que China fue un tema caliente en la campaña de Donald Trump. El candidato se comprometió a enfrentar a la potencia asiática en 3 frentes económicos clave: comercio, tarifas internacionales y propiedad intelectual, sin olvidar los temas obvios, como divisas y mercado financiero.
Antes de ser electo, Trump prometió enfrentar a China con toda la fuerza de la Casa Blanca: acusarlos ante FMI de manipular monedas, comenzar una guerra comercial si fuese necesario y obligarles a pagar tarifas marítimas más altas.
Sin embargo, hasta ahora no ha dado ni un paso en ese respecto. Y en la última reunión de Mar-a-Lago, Trump fue muy condescendiente con Xi…
¿Qué pasó?
Pasó que, por consejo de la CIA, Trump tuvo que suavizar su postura respecto a Beijing: EEUU necesita a China para deshacerse de Corea del Norte.
Corea del Norte habría obtenido misiles nucleares de capacidad intercontinental. Se estima que, de ser verdadera esta información, El régimen de los Kim podría atacar la costa de California desde Pyonyang con un impacto atómico.
Hasta antes de esta adquisición, la CIA y el MI-6 tenían información de que Corea del Norte ya tenía la capacidad balística para impactar Alaska, lo que indica un peligro de guerra nuclear directo en todo el mundo.
Para evitar eso, China y EEUU están obligados a trabajar juntos.
La sabiduría convencional dicta que China es el país con mayor influencia económica en Corea del Norte. Si bien Rusia también tiene algo que decir en Pyonyang, Trump ha querido salir de polémicas y buscar a China para solucionar esta crisis.
La conversación que puede salvar al mundo
En la residencia de Mar-a-Lago, el 6 de abril de 2017, lo que el Presidente norteamericano le propuso a Xi Jinping fue lo siguiente:
Cancelar cualquier denuncia u ofensiva económica, de divisas, comercio o tarifas contra el gigante asiático. A cambio, China, que tiene el presupuesto norcoreano en sus bancos y les abastece de bienes y servicios, debe presionar a Kim Jong Un para que desista en su avance nuclear y así evitar una guerra.
La respuesta del Presidente Xi fue la típica diplomacia china: “necesitaré un poco de tiempo”.
La respuesta de Trump fue típicamente americana, un plazo fatal al más puro estilo de los negociantes: “tienes 100 días”.
Esos 100 días se cumplieron el pasado sábado 15 de julio.
Eso no quiere decir que la Tercera Guerra Mundial vaya a estallar hoy o mañana, pero significa que las conversaciones entre China y EEUU ya no serán tan educadas como en Mar-a-Lago.
Especialmente porque China no sólo no ha respondido a Trump, sino que se ha acercado más a Corea del Norte. Las estadísticas financieras de inteligencia – aquellas que yo modelé e introduje en el método de investigación de la CIA- muestra que el intercambio comercial entre China y Corea del Norte se ha incrementado un 40% en este año.
Ante este desaire, Washington ha perdido la paciencia y los primeros signos ya se están dejando ver:
En una serie de tweets, Trump se ha decicado a atacar al régimen Chino, acusándolos de no cumplir los tratados hechos con Estados Unidos.
En la última cumbre del G20, todas las miradas estaban en la reunión oficial entre Trump y Putin…
Pero pocos se percataron de que la relación entre EEUU y China fue muy fría durante esa reunión. Casi no interactuaron y no tuvieron ninguna conversación lateral extraoficial, algo que todos los gobernantes realizan durante estas cumbres.
Esta fricción es de gran importancia para todos los inversores del mundo. Cumplido el plazo de 100 días que EEUU le dio a China, Washington va a tomar medidas económicas severas contra el gigante Asiático, y planea atacarlos de dos maneras:
Las sanciones contra China y Corea del Norte
Corea del Norte tiene misiles balísticos nucleares intercontinentales. Sólo para mantener operativos estos misiles, se necesitan grandes cantidades de plutonio y uranio enriquecido, además de una infraestructura de níquel a gran escala.
La pregunta es ¿de dónde sacan todos esos materiales? Si no obtienes estos elementos, de gran precisión en su composición química, no puedes construir este tipo de armamento.
Es sabido quién le vende estos materiales a Corea del Norte: se trata de Irán. Sin embargo, la verdadera pregunta es ¿Cómo los pagan?
Más que nada, Corea del Norte paga en oro y dólares, pero ¿Cómo lo hace, si el país ha sido bloqueado del sistema bancario internacional?
Los bancos chinos y rusos están apoyando a Corea del Norte, dándole acceso a cuentas privadas donde guardar metales preciosos, dólares, euros, bonos y más. Eso les permitiría a los norcoreanos operar financieramente y comprar armamento.
La estrategia de EEUU es sancionar a estos bancos chinos, impidiéndoles usar el dólar.
Estas sanciones, que podrían abarcar y bloquear a todos los bancos de China, ya se puso en práctica. Se trata de una “marcha blanca” que EEUU aplicó en un banco regional de China, acusado de negociar con Corea del Norte.
De producirse este bloqueo masivo a los bancos chinos, significaría que todos los bancos alrededor del mundo que quieran hacer negocios con EEUU tendrán que firmar un documento en el que se comprometen a no actuar como intermediarios de ningún capital chino en suelo americano.
Por supuesto, China tomará esto como lo que es: un ataque de guerra financiera, y ya prepara su respuesta, que puede ser letal no sólo para la economía de Estados Unidos, sino de todo el planeta.
La respuesta de Beijing: destruir el dólar
El contraataque financiero de China consiste en usar sus reservas de oro para disparar el precio del metal, e incluso, tirar a la basura la cantidad astronómica de bonos del tesoro americano que posee.
Sumado a esto, China ya está en proceso de diversificación de su bóveda de divisas. Si en 2010 las reservas chinas consistían en dólares-euros en una propoción 75-25, hoy los euros dominan la caja fuerte de Beijing en un 60-40.
Si Xi Jinping da la orden de acelerar este proceso, China podría operar completamente libre de dólares – es decir, de influencia estadounidense- en sólo 1 año.
Si esto sucediera, las Tasas de Interés se descontrolarían por parte de la Fed, además de estancar completamente la economía de Estados Unidos, y dinamitar la liquidez de los grandes bancos norteamericanos.
Todos estos movimientos, si se producen, darán el puntapié inicial a una Guerra de divisas de carácter mundial, porque si China y Estados Unidos comienzan a bloquear los mercados y juntar aliados, se formaría una verdadera Guerra Fría Financiera entre ambas superpotencias.
Tanto China como Estados Unidos están preparados para construir sus muros financieros, y todo apunta a que las obras estarán listas para final de año.
La única pregunta que nadie ha sabido responder es si habrá un planeta del cual ocuparse para ese entonces…porque el gran conflicto entre gigantes se está preocupando más de su rival que del verdadero problema: Pyonyang y sus armas de destrucción masiva.
Ha sido un placer,

Jim Rickards
Para El Inversor Diario

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